Aparcas en el paseo marítimo, y ahora qué.
- Si eres joven y ágil te saltas la valla del "jardín" y pasas a la acera. Aún así, te puede ocurrir que el "jardín" sea puro barro, o pises una caca de perro. ¡Ah, se siente!.
- Si no eres tan joven o llevas un carrito de niño o de la compra, eso ya es otra cosa. Ahí te la tienes que jugar, porque tienes que llegar al próximo acceso de la acera casi por el medio de la calle, y los coches pasando a tu lado. Para ello, y para optimizar el recorrido, has tenido que acercarte a la vallita y buscar el que está más cerca. Pero, ojo, eso no garantiza nada porque se puede dar el caso de que cuando llegues, los coches allí aparcados estén tan próximos unos de otro que no te quepa el carro. Y ahora qué. A cagarte en todo lo que se mueve.
A quién narices se le ocurrió lo de la vallita y el jardincito de los colocones.
